Video: Tejido conectivo denso

Hola, soy Ramses de Kenhub y en este tutorial de histología, aprenderemos sobre un tipo de tejido conectivo llamado tejido conectivo denso. Probablemente la primera pregunta que nos deberíamos hacer es qué es el tejido conectivo, y es una pregunta válida. El tejido conectivo es el tejido más abundante en el cuerpo. Proporciona forma y estructura al resto de los tejidos del cuerpo de un modo tal que sin él te verías como una masa irreconocible. El tejido conectivo es extremadamente variable, e incluye un amplio rango de estructuras dentro de las cuales tenemos tendones, hueso, grasa, e incluso a la sangre.  

En general, el tejido conectivo está conformado por células y una sustancia conocida como matriz extracelular. Aquí podemos ver una micrografía que muestra tejido conectivo resaltado en verde. Una de las funciones del tejido conectivo es rodear otros órganos y tejidos para proporcionarles soporte estructural y metabólico. Además une estructuras entre sí e inclusive asiste en la reparación de otros tejidos. 

El tejido conectivo puede ser clasificado dentro de tres categorías diferentes que son tejido conectivo propiamente dicho, tejido conectivo embrionario y tejido conectivo especializado. En este tutorial solo nos enfocaremos en el tejido conectivo propiamente dicho. 

Existen dos tipos de tejido conectivo propiamente dicho: el tejido conectivo laxo y el tejido conectivo denso, y en este tutorial nos dedicaremos al tejido conectivo denso. Además de las células que conforman este tejido, también podemos encontrar en él algunas células que lo infiltran ocasionalmente, como las que vemos aquí, que se denominan plasmocitos. Los plasmocitos son también conocidos como células plasmáticas o células plasmáticas B. Estas células secretoras de anticuerpos también se conocen como células errantes ya que a pesar de encontrarse en el tejido conectivo, no residen ni se encuentran unidas a él. Esto es relevante para este tutorial ya que los plasmocitos pueden encontrarse también en el tejido conectivo denso.   

Durante el resto de este tutorial, te daré una visión general sobre las propiedades y funciones del tejido conectivo denso y luego entraremos en detalle sobre sus dos subtipos que son el tejido conectivo denso irregular y el tejido conectivo denso regular.

Ahora sí, vamos de lleno a darle una mirada al tejido conectivo denso.

Aquí podemos ver una micrografía de tejido conectivo denso que fue tomada del vértice del pulmón. Como acabamos de ver, el tejido conectivo denso es un tipo de tejido conectivo propiamente dicho y como su nombre sugiere, es más denso que otros tipos de tejido conectivo. Esto hace que sea menos flexible que el tejido conectivo laxo, sin embargo las fibras densamente empaquetadas de este tipo de tejido hacen que pueda proporcionar fuerza, soporte, resistencia y protección a numerosas estructuras en el cuerpo. 

Además como ya mencionamos, existen dos tipos de tejido conectivo denso: regular e irregular. ¿A qué crees que se refiere esto? Esta clasificación tiene que ver con la organización de las fibras de colágeno, que son el ingrediente no-tan-secreto del tejido conectivo denso. Algunas de ellas pueden verse aquí destacadas en verde y son lo que da origen a las dos clasificaciones antes mencionadas. Sus propiedades físicas dependen de su organización. Lo que hace tan especiales a las fibras de colágeno es su alta resistencia traccional combinada con su flexibilidad. Esto las hace idóneas para dar soporte al resto de los tejidos del cuerpo. 

El tejido conectivo denso también contiene otros tipos de células, algunos de los cuales veremos en este tutorial, pero antes, demos una mirada más de cerca al tejido conectivo denso irregular. Como hemos aprendido, ambos tipos de tejido conectivo contienen una buena cantidad de colágeno. El tejido conectivo denso irregular se denomina así ya que contiene fibras de colágeno organizadas en haces que tienen diferentes direcciones, en patrones irregulares sin orientación definida. 

En esta micrografía se puede notar muy bien que las fibras no están organizadas siguiendo una dirección en específico. La red tridimensional formada por las fibras de colágeno le entrega una serie de propiedades físicas al tejido denso irregular, entre las cuales están una mayor resistencia y fuerza en todas las direcciones. Echemos un vistazo a algunos ejemplos de tejido conectivo denso irregular. 

Aquí podemos ver una muestra de túnica submucosa resaltada en verde. Esta capa se ubica debajo de la mucosa de órganos huecos como aquellos que forman el tracto digestivo y su función es dar soporte a la mucosa y conectarla con la capa muscular subyacente. La presencia de este tejido conectivo denso en órganos de este tipo les permite resistir episodios de estiramiento y distensión durante su funcionamiento. 

Otro ejemplo de tejido conectivo denso puede encontrarse en la piel, concretamente en la capa de la dermis conocida como capa reticular, que podemos ver aquí destacada en verde. La capa reticular de la dermis le da a la piel importantes propiedades como fuerza y resistencia al desgarro. A medida que envejecemos, la cantidad de colágeno en la dermis disminuye de forma natural y no es una sorpresa que muchos de los esfuerzos de la industria cosmética estén orientados a este fenómeno. Además de la dermis y la submucosa, el tejido conectivo denso irregular puede encontrarse en las cápsulas articulares y en la fascia muscular. 

Ahora es momento de observar el tejido conectivo denso regular. Aquí podemos observar una micrografía que muestra este tejido. Como podrás intuir, si damos un vistazo más de cerca a esta micrografía podremos ver que este tejido conectivo es diferente al que acabamos de observar. En este, la estructura presenta una organización regular. Es importante considerar que no son realmente las fibras colágenas lo que estamos observando, las fibras son mucho más pequeñas. Entonces, ¿Qué es esto?
   

Estas células se conocen como fibroblastos. Podemos ver algunas de ellas en esta micrografía. La función de los fibroblastos es sintetizar la matriz extracelular y las fibras colágenas, las cuales son componentes vitales del tejido conectivo denso. La organización paralela de los fibroblastos proporciona una gran resistencia a las tensiones ejercidas a lo largo del tiempo en la misma dirección. Los fibrocitos, que son una forma menos activa de fibroblastos, también pueden encontrarse en el tejido conectivo denso regular y tienden a tener núcleos alargados y un citoplasma muy pequeño.

En esta imagen tenemos un excelente ejemplo de tejido conectivo denso regular del cuerpo humano, el tendón calcáneo o de Aquiles. Echemos un vistazo más de cerca.

Los tendones fijan el músculo al hueso y por lo mismo deben ser especialmente fuertes. Aquí vemos una micrografía de un tendón donde podemos observar claramente la organización paralela característica de las fibras del tejido conectivo denso regular. Los haces íntimamente unidos aseguran que los tendones sean fuertes y además flexibles. Es importante considerar que los fibrocitos que se encuentran en los tendones se denominan tendinocitos, y podemos ver algunos de ellos aquí destacados en verde. Su citoplasma no es visible normalmente bajo tinción de hematoxilina/eosina.  

A pesar de que los tendones están formados por tejido conectivo denso regular, además están envueltos en una vaina de tejido conectivo que se compone de tejido conectivo denso irregular. Este tejido conectivo que rodea al tendón está cubierto en algunos casos por células conocidas como células sinoviales. Estas células producen un líquido lubricante que reduce la fricción en sitios de alto roce. Esta disposición general nos ayuda a comprender cómo los diferentes tipos de tejido conectivo trabajan en conjunto para ayudar a tu cuerpo a funcionar correctamente.  

Tal como los tendones, los ligamentos y las aponeurosis también están formadas por tejido conectivo denso regular. Aquí podemos ver el ligamento patelar que ayuda a estabilizar la patela o rótula. Si miramos más de cerca un ligamento a nivel celular, nos podemos hacer una mejor idea de su estructura. Un ligamento típico contiene fibroblastos y fibras colágenas dispuestas en paralelo además de fibras elásticas, que están resaltadas en verde aquí. Esto es especialmente cierto en los ligamentos asociados con la columna vertebral. A diferencia de los tendones, las fibras de los ligamentos poseen una organización ligeramente menos regular y pueden encontrarse incluso entrecruzadas o superpuestas.

Y con esto terminamos el tutorial de hoy, pero antes de concluir, demos una mirada al tejido conectivo denso desde un punto de vista clínico. 

Como hemos visto, los tendones están formados por tejido conectivo denso regular. Estas estructuras cilíndricas que unen el músculo al hueso pueden inflamarse como resultado del uso excesivo o de una lesión, y eso resulta en una condición clínica conocida como tendinitis. 

La tendinitis puede afectar a cualquier tendón y a menudo se asocia a lesiones deportivas. Áreas comunes donde puede producirse tendinitis son el codo, el manguito rotador del hombro y el tendón calcáneo o de Aquiles. Entre los síntomas de la tendinitis están: rigidez articular, dolor, inflamación en el área de la lesión e incluso sensación de ardor en la zona afectada. La tendinitis puede tratarse con el uso de antiinflamatorios no esteroidales o AINES. En algunos casos otros medicamentos antiinflamatorios más potentes como la cortisona pueden inyectarse en el área afectada para disminuir la inflamación y aliviar los síntomas. Además se prescribe reposo y fisioterapia dependiendo de la severidad de la lesión.   

Y esto nos lleva al final de este tutorial, pero antes hagamos un resumen de lo que hemos aprendido.

Comenzamos nuestro tutorial estudiando el tejido conectivo en general, el que puede clasificarse como especializado, embrionario o tejido conectivo propiamente dicho. El tejido conectivo propiamente dicho fue nuestro foco de atención en este tutorial, y aprendimos que este puede subdividirse en tejido conectivo denso y tejido conectivo laxo. Nuestro objetivo de hoy fue el tejido conectivo denso, el cual es particularmente útil para proporcionar fuerza, soporte, resistencia a la tensión y protección en el cuerpo debido a su concentración particularmente alta de fibras de colágeno.

Aprendimos que el tejido conectivo denso puede subdividirse en tejido conectivo denso irregular que contiene fibras colágenas agrupadas en haces con diferentes direcciones, lo cual le da mayor resistencia y fuerza en todas las direcciones. Algunos ejemplos de este tipo de tejido pueden encontrarse en numerosas ubicaciones a lo largo del cuerpo, incluyendo la dermis, el tejido glandular, las paredes de los órganos huecos y la esclera del ojo. Finalmente aprendimos que la segunda subdivisión se denomina tejido conectivo denso regular y contiene colágeno organizado en fibras dispuestas en un patrón definido. 

Esto nos trae al final de este tutorial. Gracias por tu atención, nos vemos en el siguiente y ¡feliz estudio!