Anatomía Cabeza y cuelloÓrbita y contenido Músculos extraoculares

Anatomía Cabeza y cuelloÓrbita y contenido Músculos extraoculares

Músculos extraoculares

Autor: Psic. Blanca Navarro • Revisor: Dra. Cinthia Serrano
Última revisión: 30 de Octubre de 2023
Tiempo de lectura: 9 minutos

Los músculos extraoculares también se conocen como músculos extrínsecos del globo ocular (se originan externamente) o músculos de la órbita. Hay seis músculos encargados de controlar los movimientos del ojo, y uno que controla la elevación del párpado. La posición del ojo al momento de la contracción muscular determina qué acción realiza cada uno de los seis músculos de la órbita.

Cuatro de estos seis músculos de ojo se encargan del movimiento hacia los cuatro puntos cardinales: norte, sur, este y oeste (es decir, arriba, abajo, derecha e izquierda). Los otros dos músculos extraoculares son responsables de contrarrestar los movimientos de la cabeza y ajustar el ojo como corresponda. También está presente la grasa retrobulbar, que rodea los lados y la porción posterior del globo ocular y sirve para amortiguarlo, permitiendo un movimiento más libre, además de que protege las estructuras neurovasculares que pasan a través de la parte posterior de la órbita.

Este artículo estudia la anatomía de los músculos extraoculares:

Puntos clave sobre los músculos extraoculares
Definición	7 músculos que controlan los movimientos de ojo y la elevación del párpado
Músculos	Recto superior Recto inferior Recto lateral Recto medial Oblicuo superior Oblicuo inferior Elevador del párpado superior
Irrigación	Arteria oftálmica Arterias ciliares (ramas de la arteria oftálmica) Arteria infraorbitaria
Inervación	Nervio oculomotor (III par craneal) Nervio troclear (IV) Nervio abducens (VI par craneal)
Correlaciones clínicas	Examen clínico del ojo

Contenidos

Anatomía
Neurovascularización
1. Irrigación
2. Pares craneales
Correlaciones clínicas
1. Examen clínico del ojo
Bibliografía

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Anatomía

Existen 7 músculos en total que controlan los movimientos oculares:

Recto superior.
Recto inferior.
Recto lateral.
Recto medial.
Oblicuo superior.
Oblicuo inferior.
Elevador del párpado superior.

Músculos extraoculares y órbita en un modelo cadavérico

Cada uno de estos músculos tienen una función específica, la cual describimos a lo largo de este artículo.

Los cuatro músculos extraoculares que controlan el movimiento del ojo en las direcciones cardinales (junto con sus funciones) son el recto superior, recto inferior, recto lateral y recto medial.

Recto superior

En la posición neutral, la función del recto superior son los movimientos de elevación, inciclotorsión (rotación interna) y aducción. Durante la aducción, el recto superior es responsable de la intorsión, aducción y elevación. Al momento de la abducción, este músculo se encarga de la elevación. El recto lateral se inserta en la cara superior y anterior del ojo. Tiene su origen en el anillo tendinoso común (anillo de Zinn).

Recto inferior

En la posición neutral, este músculo es responsable de la depresión, extorsión (rotación externa) y aducción. Durante la aducción, el recto inferior se encarga de la extorsión, aducción y depresión. En la abducción, este músculo controla la depresión. El recto inferior se inserta en la cara inferior y anterior del ojo, y también se origina en el anillo tendinoso común.

Recto lateral

El músculo recto lateral es responsable de la abducción en la posición neutral. Este músculo se inserta en la cara lateral y anterior del ojo. Surge del anillo tendinoso común.

Recto medial

Partiendo de la posición neutral, el recto medial se encarga de la aducción. Este músculo se inserta en la cara posterior, superior y medial del ojo. Al igual que los otros músculos rectos, se origina en el anillo tendinoso común.

Los músculos recto lateral y recto medial se consideran músculos antagonistas, debido a sus funciones opuestas de abducción y aducción, respectivamente.

Oblicuo superior

Nuevamente, partiendo de la posición neutral, el oblicuo superior es responsable de la intorsión, depresión y abducción. Durante la aducción, el oblicuo superior se encarga de la depresión, abducción e intorsión del ojo, mientras que durante la abducción controla la intorsión, abducción y depresión. El músculo se inserta en la cara posterior, superior y lateral del ojo. Se origina en el anillo tendinoso común (a través de la tróclea). El músculo oblicuo superior recorre a lo largo de la pared medial de la órbita y podemos considerarlo como un músculo agonista del recto inferior debido a que comparten la función de depresión del ojo.

Oblicuo inferior

En la posición neutral, este músculo controla la extorsión, elevación y abducción. En la aducción, el oblicuo inferior se encarga de la elevación, abducción y extorsión, y en la abducción es responsable de la extorsión, abducción y elevación. El oblicuo inferior se inserta en la cara posterior, inferior y lateral del globo ocular. Tiene su origen en el hueso maxilar y transcurre desde la pared medial de la órbita hasta la cara inferolateral del ojo.

Elevador del párpado superior

Este último músculo extraocular controla la elevación del párpado (lo que te permite abrir los ojos). Con el ojo en posición neutral, el elevador del párpado superior es responsable de retraer y elevar el párpado superior. Se inserta en la placa tarsal y tiene su origen en el hueso esfenoides.

Neurovascularización

Irrigación

Las ramas de la arteria oftálmica son las principales encargadas de irrigar los músculos extraoculares. Algunas de estas ramas incluyen las arterias ciliares, que a su vez se ramifican en arterias ciliares anteriores. Cada uno de los músculos rectos recibe irrigación de dos arterias ciliares anteriores, excepto el recto lateral, que recibe sangre de una sola arteria ciliar.

Sin embargo, la organización y número exacto de estas arterias ciliares puede variar entre individuos. Los músculos recto inferior y oblicuo inferior están irrigados por ramas de la arteria infraorbitaria.

Pares craneales

Hay tres pares craneales (nervios craneales) que inervan los músculos de la órbita:

Nervio oculomotor (III par craneal) - este nervio controla a los músculos recto superior (ramo superior), recto inferior (ramo inferior), recto medial (ramo inferior), oblicuo inferior (ramo inferior) y elevador del párpado superior.
Nervio troclear (IV par craneal) - inerva al músculo oblicuo superior.
Nervio abducens (VI par craneal) - controla al músculo recto lateral.

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Correlaciones clínicas

Examen clínico del ojo

El propósito del examen clínico del ojo es investigar si los músculos extraoculares funcionan adecuadamente, evaluando movimientos como rotación, elevación, depresión, aducción y abducción. Con excepción del elevador del párpado superior, los otros seis músculos extraoculares se pueden examinar dibujando una gran letra “H” en el aire con la ayuda del dedo o una pluma (bolígrafo). Esto se hace de frente a la cara del paciente, mientras se le pide seguir la punta del dedo o de la pluma con sus ojos al mismo tiempo que mantiene la cabeza estable. Este examen clínico puede ayudar a descartar condiciones como el estrabismo.

Cuando el ojo gira hacia adentro (hacia la nariz) y horizontalmente, se evalúa la función del músculo recto medial. Cuando el ojo está girando hacia afuera (temporalmente, lejos de la nariz) y horizontalmente, se estudia la función del recto lateral. Cuando el ojo está mirando hacia abajo y hacia afuera, el músculo que se contrae es el recto inferior. El recto superior actúa cuando el ojo mira hacia arriba y hacia adentro. Aunque tal vez pueda parecer extraño, girar el ojo hacia arriba y hacia afuera requiere de la acción del músculo oblicuo inferior, mientras que para girarlo hacia abajo y hacia adentro se necesita al oblicuo superior.

Finalmente, podemos evaluar la convergencia pidiéndole al paciente que se enfoque en un objeto (dedo, pluma, etc.) conforme este se acerca hacia la línea media de su cara (hacia la nariz). Esto nos permite observar la capacidad de girar los ojos hacia adentro simultáneamente (hacer bizcos) para enfocar un objeto cercano.

Bibliografía

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Referencias:

Kenneth Saladin: Anatomy & Physiology: The Unity of Forma and Function, 6th edition, McGraw-Hill Science/Engineering/Math, Chapter 16.

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Kim Bengochea, Universidad Regis, Denver

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