Músculo risorio

Origen e inserción

El músculo risorio tiene una forma muy variable, que va desde un fascículo carnoso y delgado hasta un abanico superficial ancho y delgado. Tiene varios puntos de origen que a veces son inconsistentes e incluyen el arco cigomático, la fascia parotídea, la fascia sobre el masetero anterior a la glándula parótida, la fascia que rodea el platisma y la fascia sobre la apófisis mastoides.

Desde estos puntos de origen, las fibras musculares del risorio convergen medialmente tomando un curso casi horizontal hacia el ángulo de la boca. A continuación, el risorio se entrelaza con otros músculos que convergen hacia dicho ángulo, formando una masa fibromuscular densa y móvil denominada modiolo del ángulo de la boca.

Relaciones

El músculo risorio se encuentra en la capa superficial de los músculos faciales, pasando sobre la proyección de la línea entre los procesos alveolares del maxilar y la mandíbula. Se encuentra en la fascia superficial de la mejilla, por encima del músculo masetero y la fascia bucofaríngea que lo separa del músculo buccinador. Entre el músculo risorio y el buccinador pasa la arteria facial, que emite una de sus ramas principales: la arteria labial superior.

Puede parecer que el risorio es una continuación del platisma, pero en realidad sólo recibe eventualmente las fibras musculares superiores del platisma. No obstante, se trata de músculos diferentes, lo que queda claro debido a sus diferentes fuentes de inervación.

La región proximal del risorio está relacionada con la glándula parótida y el conducto parotídeo, que perfora el músculo buccinador hacia la cavidad oral. A medida que se aproxima al ángulo de la boca, contribuye a la formación del modiolo al mezclarse superiormente con el músculo cigomático mayor, inferiormente con el músculo depresor del ángulo de la boca y lateralmente con el músculo orbicular de la boca.

Neurovascularización

Función

Cuando el risorio se contrae con un movimiento hacia fuera y hacia arriba, el músculo tira del ángulo de la boca lateralmente. De este modo, ayuda a producir expresiones faciales (ya sea solo o en conjunto con otros músculos faciales) como sonreír, hacer muecas, sonreír con el ceño fruncido, entre otras.

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