Video: Nervio vago
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¡Hola! Soy Ramsés de Kenhub y te doy la bienvenida a este videotutorial donde te hablaré sobre el nervio vago. Lo primero que vemos en la pantalla es una imagen del encéfalo desde una ...
Leer más¡Hola! Soy Ramsés de Kenhub y te doy la bienvenida a este videotutorial donde te hablaré sobre el nervio vago. Lo primero que vemos en la pantalla es una imagen del encéfalo desde una perspectiva inferior, donde vemos que emergen los pares craneales. Este pequeño par de nervios resaltados en verde son los protagonistas de hoy, los nervios vagos.
El nervio vago es el décimo par craneal y es el más largo de los doce pares craneales. Su nombre proviene del latín y significa nervio errante, o nervio viajero, lo que describe su amplia distribución a través de todo el cuerpo, como puedes ver en la imagen. Cumple muchas funciones importantes dentro del sistema parasimpático, uno de los dos sistemas antagonistas que conforman el sistema nervioso autónomo. El sistema nervioso parasimpático es también llamado craneosacro, lo cual significa que se origina en el sistema nervioso central dentro del cráneo y en la región sacra.
El nervio vago se encarga del 75 por ciento de la función parasimpática craneal, así que es crucial para nuestra vida. En este videotutorial describiremos al nervio vago y su recorrido general como un todo, luego veremos más de cerca al nervio vago derecho e izquierdo y finalmente a sus tres vías funcionales, las cuales incluyen la vía parasimpática eferente, la vía motora eferente y las vías aferentes.
Antes de continuar es importante recordar que un nervio eferente es aquel que transmite los impulsos desde el sistema nervioso central hacia la periferia, mientras que un nervio aferente transmite las señales desde la periferia hacia el sistema nervioso central.
Quiero que prestes atención a esta imagen. Aquí estamos viendo al cuerpo desde su lado izquierdo, el cual muestra al nervio vago resaltado en verde, las estructuras que inerva junto con sus arterias principales y algunas otras estructuras que nos ayudan a orientarnos. Esta es la imagen que usaremos a lo largo del videotutorial. ¿Listo? Comencemos.
Primero veremos el recorrido general del nervio vago. En la parte superior de la imagen puedes observar a los pares craneales saliendo del bulbo raquídeo, el nervio vago de ambos lados pasa anteriormente y luego se sumerge para descender por el foramen yugular y salir del cráneo. A través del foramen baja acompañado del nervio glosofaríngeo, noveno par craneal, y del nervio accesorio, undécimo par craneal. Hay dos ganglios sensitivos en cada nervio vago a nivel del foramen yugular, estos son el ganglio superior e inferior del nervio vago. Cuando los tres nervios atraviesan el foramen yugular continúan por caminos diferentes y el nervio vago desciende por el cuello dentro de la vaina carotídea.
El nervio vago de cada lado corre posterolateral a las arterias carótidas y medial a la vena yugular interna, luego pasa por el frente de cada arteria subclavia. A medida que el nervio vago derecho e izquierdo se acercan al arco aórtico, se ramifican para formar el plexo cardíaco, el plexo pulmonar, que no se ve en la imagen pero se encuentra más o menos por aquí, el nervio laríngeo recurrente derecho, el nervio laríngeo recurrente izquierdo y el plexo esofágico. Los caminos del nervio vago derecho e izquierdo son diferentes a medida que se preparan para formar el plexo esofágico, así que veamos esas diferencias ahora.
Primero veamos al nervio vago derecho. Si cambiamos la perspectiva de nuestra imagen podemos ver desde anterior hacia la cavidad torácica abierta, aquí vemos que una vez pasa sobre la arteria subclavia derecha, el nervio vago derecho se dirige ligeramente hacia medial para encontrarse con el esófago a nivel del ángulo esternal. Aquí, el nervio vago da la vuelta hacia la parte posterior del esófago donde se convierte en el tronco vagal posterior y proporciona fibras al plexo esofágico resaltado aquí y al ramo gástrico posterior del tronco vagal posterior.
El nervio vago derecho proporciona la mayoría de las fibras del plexo celíaco. Esto forma al ganglio celíaco que se encuentra al frente de la aorta como puedes ver en la imagen. Y esto emite al plexo pancreático, luego al plexo esplénico, al plexo renal, al plexo suprarrenal, el cual no se logra visualizar, al ramo intestinal del nervio vago y al plexo intermesentérico. Vale la pena recalcar que estos ramos salen del frente de la aorta y viajan junto a las arterias de cada órgano. Esta es solo una de las muchas formas en las que el cuerpo ha evolucionado para ser más eficiente.
Ahora continuemos con el nervio vago izquierdo, que ves resaltado ahora, y que desde
aquí continúa inferiormente antes de curvarse alrededor del arco aórtico para colocarse delante del esófago. Al igual que el vago derecho, esto ocurre a nivel del ángulo esternal. Cuando se encuentra con el esófago forma el tronco vagal anterior y contribuye al resto del plexo esofágico.
Ahora veamos más de cerca al tronco vagal anterior, este emite al ramo gástrico anterior del nervio vago, resaltado por aquí. El tronco vagal anterior luego emite al ramo hepático del nervio vago, el cual a su vez proporciona la mayor parte de las fibras del plexo hepático. Una estructura a mencionar en este punto es el ganglio mesentérico superior que se muestra aquí. Aunque está cerca del camino del nervio vago, en realidad no contiene fibras del nervio vago. De hecho, proporciona la inervación simpática del intestino delgado, en lugar de la inervación parasimpática.
Ya que analizamos el recorrido anatómico del nervio vago, es hora de ver su recorrido funcional. Para cada una de las tres vías, veremos en qué núcleo en el encéfalo se origina o se termina y luego describiremos el recorrido de las fibras. Comencemos con la vía parasimpática eferente, cuyas fibras se originan del núcleo dorsal del vago aproximadamente por aquí donde ves esto en verde, que además se encuentra en el piso del cuarto ventrículo. Las fibras parasimpáticas eferentes se mezclan con las fibras motoras eferentes para salir a través del foramen yugular y, juntas, descender por el cuello dentro de la vaina carotídea emitiendo ramos menores para suministrar la inervación parasimpática a la faringe, laringe y otras estructuras del cuello.
Los primeros tres ramos principales contribuyen al plexo cardíaco. El primer ramo es el ramo cardíaco cervical superior del nervio vago, el cual surge del nervio vago a cada lado a nivel de la primera vértebra cervical. El segundo ramo que surge del nervio vago es el ramo cardíaco cervical inferior. Un tercer ramo es el ramo cardíaco torácico, que no se logra ver en la imagen pero imagínalo surgiendo justo por encima del arco aórtico. Estos tres ramos forman el plexo cardíaco en la parte superior del corazón.
A nivel o por debajo del arco aórtico, el nervio vago se comienza a ramificar de manera profusa, aunque el nivel real varía en cada persona. Los ramos se convierten en el plexo pulmonar, el cual no se logra apreciar en esta imagen pero se encuentra aproximadamente por aquí, y el plexo esofágico, con sus troncos vagales anterior y posterior. Como mencioné anteriormente, del plexo esofágico se originan varios plexos que inervan a los órganos abdominales.
Muy bien, esa fue la visión general de la vía parasimpática eferente, ahora hablaremos sobre su vecina, la vía motora eferente. Estas fibras motoras eferentes son las encargadas de inervar los músculos de la laringe y faringe. Pueden ser controladas de forma consciente gracias a las fibras que vienen de la corteza, e inconsciente a través de los arcos reflejos. Las fibras corticales conscientes junto con las fibras aferentes del nervio vago se encuentran y hacen sinapsis centralmente, aquí, en el núcleo ambiguo. Las fibras eferentes se unen a aquellas de la vía eferente parasimpática para salir del cráneo a través del foramen yugular y continuar su descenso por el cuello.
La vía motora eferente tiene tres ramos principales, el primero de estos es el ramo faríngeo, el cual surge cerca del nivel del pabellón auricular. Este contribuye la inervación motora al plexo faríngeo inervando los músculos del paladar y la faringe. El nervio laríngeo superior es el segundo en ramificarse justo después del origen del ramo faríngeo. Este contribuye al plexo faríngeo e inerva los músculos de la faringe y laringe. El nervio laríngeo recurrente toma las fibras restantes de la vía motora eferente y se separa del nervio vago a diferente nivel en cada lado.
Resaltado aquí está el nervio laríngeo recurrente izquierdo alejándose del nervio vago haciendo un giro por debajo de la aorta para luego ascender por el cuello. El nervio laríngeo recurrente derecho se separa del nervio vago derecho enganchándose por debajo de la arteria subclavia derecha para escalar nuevamente hacia la laringe. Los nervios laríngeos recurrentes son los principales nervios de los músculos de las cuerdas vocales. Y para completar, el reflejo de la tos es un reflejo muy conocido que se logra por medio de la vía motora eferente.
Ahora que hemos discutido la vía parasimpática y motora del nervio vago, veamos lo que nos espera en su vía aferente. Recuerda que el término aferente se refiere a las fibras nerviosas que transmiten señales desde la periferia hacia el sistema nervioso central. El nervio vago es en su mayoría autónomo, así que nos enfocaremos en eso, pero sí tiene una función en la sensación consciente que mencionaremos antes de terminar.
Hay dos componentes en la vía autónoma aferente, los ramos generales proporcionan la sensibilidad visceral del corazón, cavidad torácica, abdomen y cuerpos aórticos, mientras que los ramos especiales transmiten la sensibilidad de la epiglotis y el sentido del gusto de la parte de atrás de la boca. Estos ramos también son responsables de estimular el reflejo de la tos. Sus recorridos son los mismos que los de las fibras eferentes, la única diferencia es que los impulsos viajan por las fibras en dirección contraria, es decir, las señales van de la periferia hacia el sistema nervioso central.
Hablando de los ramos generales, el plexo esofágico recoge las fibras nerviosas sensitivas de los plexos abdominales. Se encuentran con el plexo pulmonar y los nervios laríngeos recurrentes a nivel del arco aórtico. Luego, los ramos del cuerpo aórtico se unen aquí con los tres ramos principales del plexo cardíaco, se encuentran con el nervio vago encima de la aorta y, como nervio vago, ascienden por el cuello. Los ramos especiales son transmitidos a través del plexo faríngeo y pasan entre las arterias carótidas interna y externa para unirse al nervio vago a nivel del ganglio inferior del nervio vago.
El ganglio inferior se compone de los cuerpos celulares de los nervios autónomos especiales aferentes. Los procesos centrales de estas neuronas sensitivas entran al cráneo a través del foramen yugular y se arquean posteriormente para luego hacer sinapsis en el núcleo del tracto solitario. Desde aquí, estas señales sensitivas se relevan a los centros superiores como el hipotálamo, al igual que a las neuronas adyacentes del núcleo dorsal motor para llevar a cabo los reflejos autónomos de varios órganos.
La última vía para mencionar es la vía somática aferente. Este es el componente de sensibilidad consciente del nervio vago. Transmite la información sensitiva del oído externo incluyendo la oreja, el conducto auditivo externo y la membrana timpánica. El ramo auricular del nervio vago recoge los nervios cutáneos de estas áreas y atraviesa la fisura timpanomastoidea. Desde ahí viaja medialmente e ingresa al cráneo a través del foramen yugular y sus cuerpos neuronales forman el ganglio superior del nervio vago. Las prolongaciones centrales de estas neuronas sensitivas continúan y hacen sinapsis dentro del núcleo espinal del trigémino. Luego, estas señales son principalmente transmitidas hacia la corteza cerebral para permitir la sensibilidad consciente.
Y eso es casi todo lo que veremos en este videotutorial. Sé que es mucho para procesar sobre el nervio vago pero antes de terminar, quiero mencionar rápidamente por qué es importante entender la anatomía de este nervio.
Aquí podemos ver los nervios laríngeos recurrentes derecho e izquierdo resaltados en verde. Estos descienden por el cuello para luego hacer un giro en U y devolverse para inervar a los músculos de la laringe. Si cualquiera de estos dos nervios se lesiona, los músculos de la laringe se pueden debilitar o paralizar dependiendo del grado de lesión. Esto se conoce como parálisis del nervio laríngeo recurrente. Una musculatura laríngea debilitada o la parálisis de un lado puede llevar a disfonía, mientras que la parálisis bilateral puede ocasionar afonía, es decir pérdida completa de la voz.
Existen varias causas de la parálisis del nervio laríngeo recurrente. Si un paciente presenta disfonía, se debe descartar la presencia de cáncer esofágico o bronquial. A medida que estos tumores crecen, pueden comprimir el nervio laríngeo recurrente de cualquier lado e inhibir la transmisión de señales. De forma similar, el agrandamiento de los ganglios mediastínicos puede comprimir al nervio laríngeo recurrente del lazo izquierdo, ya que este da la vuelta en el mediastino.
Una cirugía o lesión penetrante puede causar un trauma directo al nervio, siendo las cirugías de más riesgo aquellas relacionadas a la glándula tiroides o paratiroides. Además, algunas lesiones de nivel superior como aquellas del tronco encefálico pueden desencadenar problemas del nervio laríngeo recurrente, sin embargo estas suelen acompañarse de otros síntomas nerviosos en la región de la lesión.
Antes de dejarte ir, hagamos un breve resumen. En este tutorial primero discutimos el recorrido general del nervio vago, el cual emerge aquí desde el bulbo raquídeo y sale del cráneo por medio del foramen yugular. Desde ahí, desciende por el cuello dentro de la vaina carotídea. A medida que los nervios vagos derecho e izquierdo se acercan al arco aórtico, ambos se ramifican para formar el plexo cardíaco, el plexo pulmonar, el nervio laríngeo recurrente derecho y el izquierdo.
Luego vimos más en detalle al nervio vago derecho, que forma varios plexos que inervan a los órganos abdominales, incluyendo el plexo celíaco, el plexo pancreático, el plexo esplénico, el plexo renal y el suprarrenal, así como el ramo intestinal del nervio vago y el plexo intermesentérico. El nervio vago izquierdo forma el tronco vagal anterior, el cual contribuye al resto del plexo esofágico. Este a su vez emite el ramo gástrico anterior del nervio vago además del ramo hepático del nervio vago, que a su vez proporciona la mayoría de las fibras del plexo hepático.
Una vez terminamos con la anatomía del nervio vago, continuamos con sus funciones motoras, autónomas y sensitivas y con las vías involucradas. Comenzamos con la vía parasimpática eferente, la cual se origina del núcleo dorsal del vago y emite varios ramos para proporcionar la inervación parasimpática de la faringe, laringe y otras estructuras cervicales, así como los tres ramos principales que contribuyen al plexo cardíaco.
Después examinamos la vía motora eferente, la cual puede controlarse tanto de manera consciente como inconsciente. Estas fibras se encuentran y hacen sinapsis aquí, en el núcleo ambiguo. Luego salen del cráneo por medio del foramen yugular y descienden por el cuello para inervar los músculos de la laringe y faringe. Continuamos con las vía aferentes, la primera de ellas siendo la vía autónoma aferente, cuyos ramos siguen las mismas rutas de las vías eferentes pero en dirección opuesta, devuelta al sistema nervioso central. Finalmente, vimos a la vía somática aferente. Este es el componente de sensibilidad consciente del nervio vago y transmite la información sensitiva del oído externo.
Y con eso concluimos el tutorial. El nervio vago es todo un diablillo así que si no lo entiendes a la primera, no te preocupes, solo vuelve al inicio de la vía e inténtalo de nuevo. Gracias por quedarte hasta el final, te deseo lo mejor y ¡feliz estudio!