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Articulación del tobillo

Video recomendado: Articulación talocrural [15:15]
Huesos y ligamentos de la articulación talocrural

La articulación talocrural, también conocida como articulación del tobillo, es de tipo sinovial y conecta los huesos de la pierna, la tibia y la fíbula, con el talus del pie. Es una articulación en gínglimo compleja compuesta por dos articulaciones.

Frecuentemente se describe como una articulación en mortaja (es decir una cavidad cuadrada profunda), donde la tibia y la fíbula (articulación tibioperonea) actúan como mortaja creando un espacio donde se encaja el talus.

La principal función de la articulación talocrural es permitir la adecuada biomecánica del pie mediante la dorsiflexión y la flexión plantar, al igual que algún grado de pronación y supinación en las articulaciones subtalar y del tarso medio. Esta articulación también actúa como amortiguador cuando el talón toca el piso durante las fases iniciales de la marcha.

Este artículo discutirá la anatomía y las funciones de la articulación talocrural.

Puntos clave sobre la articulación talocrural
Tipo Gínglimo sinovial; uniaxial
Caras articulares Articulación talocrural: extremo distal de la tibia, maléolo medial de la tibia, maléolo lateral de la fíbula, cara superior del talus
Ligamentos Colateral lateral (3 ligamentos): ligamentos talofibular anterior, talofibular posterior, calcaneofibular; colateral medial (deltoideo) (porciones tibiocalcánea, tibionavicular, tibiotalar anterior y posterior)
Inervación Nervios fibular profundo, tibial y sural
Irrigación Arterias tibiales anterior y posterior, y fibular
Movimientos Dorsiflexión, flexión plantar
Contenidos
  1. Caras articulares
  2. Cápsula articular
  3. Ligamentos
    1. Ligamento colateral lateral
    2. Ligamento colateral medial (deltoideo)
  4. Inervación y vascularización
  5. Movimientos
  6. Músculos que actúa sobre la articulación talocrural
  7. Bibliografía
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Caras articulares

La articulación talocrural es un conjunto de articulaciones formada por el extremo distal de la tibia y su maléolo medial, el maléolo lateral de la fíbula (es decir el hueso del tobillo que sobresale a cada lado), y la cara troclear del talus. Todas las superficies articulares del tobillo están cubiertas con cartílago hialino.

La articulación talocrural tiene tres articulaciones:

  • El extremo distal de la tibia se articula con la tróclea del talus, que es la cara articular superior redondeada con forma de polea. La tróclea del talus es convexa en el plano parasagital y ligeramente cóncava en el plano transverso. El extremo distal de la tibia tiene configuración recíproca que se encaja perfectamente a la superficie articular del talus.
  • El maleolo medial, es una proyección ósea del extremo distal de la tibia que se articula con la cara medial del talus.
  • El maleolo lateral, es un ensanchamiento del extremo distal de la fíbula, que se articula con el aspecto lateral del talus. Este se encuentra posicionado más distal y posterior que el maléolo medial de la tibia.

Los maleolos de la tibia y la fíbula, juntos con el ligamento tibiofibular transverso inferior, forman una fosa rectangular (mortaja) donde se encaja la tróclea del talus. Es por este motivo que a la articulación del tobillo en ocasiones se le refiere como articulación en mortaja.

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Cápsula articular

Proximalmente, la cápsula de la articulación talocrural se adhiere a los márgenes de las caras articulares del maléolo medial de la tibia y del maléolo lateral de la fíbula. Distalmente, la cápsula se fija a los márgenes de la cara troclear del talus. La cápsula articular es relativamente débil y delgada, pero es reforzada tanto medial como lateralmente por unos ligamentos colaterales fuertes, los cuales mencionaremos a continuación. La superficie interna de la cápsula se encuentra revestida por membrana sinovial, que se proyecta hacia la articulación tibiofibular distal hasta el ligamento tibiofibular interóseo.

Ligamentos

La articulación talocrural, dado que está diseñada para soportar cargas pesadas, debe estabilizarse sin llegar a limitar su movilidad. Los ligamentos que estabilizan la articulación del tobillo son los ligamentos colaterales medial y lateral.

Ligamento colateral lateral

El ligamento colateral lateral es un ligamento fuerte y compuesto que refuerza el aspecto lateral del tobillo, se compone de tres ligamentos diferentes:

  • Ligamento talofibular anterior: una banda débil y aplanada que se origina en el maléolo lateral de la fíbula y se extiende anteromedialmente hasta el lado lateral del cuello del talus.
  • Ligamento talofibular posterior: una banda fuerte que se extiende medial y posteriormente desde la parte distal de la fosa maleolar lateral de la fíbula hasta el tubérculo lateral del talus. También está conectado con el maléolo medial por unas cuantas fibras tibiales.
  • Ligamento calcaneofibular: una banda larga que se origina del vértice del maléolo lateral de la fíbula y se extiende posteroinferiormente para insertarse en el tubérculo en el aspecto lateral del calcáneo.

Ligamento colateral medial (deltoideo)

El ligamento colateral medial es una banda fuerte y triangular que refuerza el aspecto medial de la articulación del tobillo. Este ligamento es importante para estabilizar la articulación en la eversión y prevenir luxaciones (sobre-eversión). Tiene su origen proximal en el vértice y en los bordes del maléolo medial. Desde ahí, el ligamento se extiende en forma de abanico para insertarse en el talus, en el calcáneo y en los huesos naviculares. El ligamento deltoideo puede variar bastante, teniendo entre 3 y 6 partes desde superficial a profundo. Sin embargo, este ligamento es más comúnmente organizado en tres porciones continuas basándose en sus inserciones distales:

  • Ligamento tibionavicular: compone las fibras superficiales del ligamento colateral medial que descienden desde el maléolo medial hasta la tuberosidad del navicular. Una vez que llega al punto de inserción, este ligamento se mezcla con el margen medial del ligamento calcaneonavicular plantar.
  • Ligamento tibiocalcáneo: compone la porción intermedia del ligamento colateral medial que desciende casi de manera vertical desde el maléolo medial hasta el sustentáculo del talus del hueso calcáneo.
  • Ligamento tibiotalar: compone la porción profunda del ligamento colateral medial. Consta de una porción anterior y una posterior. Ambas se originan en el vértice del maléolo medial, desde donde el ligamento tibiotalar anterior desciende para insertarse en el tubérculo medial del talus, mientras que el ligamento tibiotalar posterior se inserta en la porción no articular posterior de la superficie medial del talus.

Inervación y vascularización

El suministro nervioso de la articulación talocrural proviene de las raíces de L4 a S2 por ramos del nervio fibular profundo, al igual que de los nervios tibial y sural.

La articulación talocrural recibe su irrigación de las arterias tibiales anterior y posterior, y fibular. Estas arterias crean una anastomosis alrededor de los maléolos que da origen a las ramas maleolares anteriores medial y lateral. El drenaje venoso ocurre por medio de las venas correspondientes.

Movimientos

Ya que es una articulación tipo gínglimo, la articulación talocrural permite únicamente la flexión plantar (flexión) y la dorsiflexión (extensión), que ocurren en el eje transverso (medial-lateral) que atraviesa el talus en el plano sagital. El grado de movimiento es alrededor de 30-50º en la flexión plantar y cerca de 20º en la dorsiflexión.

La flexión plantar es restringida por los músculos del compartimiento anterior de la pierna, principalmente por el tibial anterior; la porción anterior del ligamento colateral medial, el ligamento talofibular anterior y la porción anterior de la cápsula articular. La dorsiflexión por su parte es restringida por los músculos del compartimiento posterior de la pierna, principalmente por el gastrocnemio y el sóleo; la porción posterior del ligamento colateral medial, el ligamento calcaneofibular y la porción posterior de la cápsula articular.

La flexión plantar y la dorsiflexión de la articulación talocrural rara vez ocurren solas, sino más bien en conjunto con movimientos a nivel de las articulaciones subtalar y del tarso medio. Esto quiere decir que la flexión plantar es frecuentemente seguida de aducción e inversión permitiendo la supinación del pie, mientras que la dorsiflexión es seguida por abducción y eversión permitiendo la pronación del pie.

Durante la bipedestación, la articulación talocrural se encuentra en un ángulo de 90º creado entre el pie y la pierna. Esta es la posición neutra, o laxa, en una flexión plantar cerca de 0-10º. Ya que el peso del cuerpo actúa sobre una línea vertical que atraviesa la articulación anteriormente, un gran soporte muscular es requerido en la parte posterior de la articulación para mantener la estabilización y prevenir la inclinación posterior o colapso durante la bipedestación. Este soporte es dado por los músculos sóleo y gastrocnemio. La posición compacta del tobillo es durante la dorsiflexión máxima, donde la estabilidad del tobillo es la mayor.

Músculos que actúa sobre la articulación talocrural

Músculos que actúan sobre la articulación talocrural
Flexión plantar Gastrocnemio, sóleo, flexor largo de los dedos, flexor largo del dedo gordo, fibular largo, tibial posterior
Dorsiflexión Tibial anterior, extensor largo de los dedos, extensor largo del dedo gordo, tercer fibular
Inversión Tibial anterior y posterior
Eversión  Fibular largo, tercer fibular, fibular corto

Los músculos principales que realizan flexión plantar son el gastrocnemio y el sóleo. Otros músculos importantes que realizan este movimiento son el flexor largo de los dedos, el flexor largo del dedo gordo, el fibular largo y el tibial posterior. Un denominador común de estos músculos es el hecho de que todos ingresan al pie posterior a los maléolos medial y lateral.

La dorsiflexión del pie a nivel de la articulación talocrural es producida por el tibial anterior, el extensor largo de los dedos, el extensor largo del dedo gordo y el tercer fibular, que cruzan el tobillo anteriormente.

La inversión del pie es generada por el principal dorsiflexor del pie, el tibial anterior, al igual que por el tibial posterior, que actúa como un flexor plantar. La eversión del pie es producida por un dorsiflexor, el tercer fibular, y por unos flexores plantares, el fibular largo y el fibular corto.

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Kim Bengochea Kim Bengochea, Universidad Regis, Denver
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