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Columna vertebral

Video recomendado: Columna vertebral y nervios espinales [18:45]
Vista lateral de la columna vertebral, médula espinal y nervios espinales.

La columna vertebral (espina dorsal o raquis) es una estructura curva compuesta por huesos llamados vértebras que se encuentran interconectados mediante discos intervertebrales cartilaginosos. Es una parte del esqueleto axial y se extiende desde la base del cráneo hasta el vértice del cóccix. La médula espinal recorre el centro de la columna. La columna vertebral se divide en cinco regiones y consta de 33 vértebras unidas entre sí por ligamentos y articulaciones.

Aunque la columna vertebral puede ser una molestia (tanto si te duele como si tienes que estudiarla), su función es muy importante. Es gracias a la columna que puedes girar, doblar y mover el torso en casi cualquier dirección. Tu columna vertebral también se encarga de proteger tu médula espinal y ayuda a sostener el peso de la parte superior de tu cuerpo. Por esto, ¡es muy importante cuidar bien de tu columna y tener una buena postura en todo momento!

En este artículo vamos a explorar la anatomía y las funciones de la columna vertebral.

Puntos clave sobre la columna vertebral
Regiones Cervical, Torácica, Lumbar, Sacra y Coccígea
Vértebra típica Cuerpo vertebral, arco vertebral (láminas y pedículos), procesos vertebrales (espinoso, transverso, articulares)
Articulaciones Discos intervertebrales, uncovertebral, cigapofisaria o facetaria, craneovertebral (atlanto-occipital, atlanto-axial), costovertebral, sacroilíaca
Ligamentos Longitudinal (anterior, posterior), ligamenta flava o ligamento amarillo, interespinoso, supraespinoso, nucal, alar, ligamento cruciforme del atlas, costovertebral, ligamentos de las cabezas de las costillas (intraarticular, radiado)
Curvaturas Lordosis cervical, cifosis torácica, lordosis lumbar, cifosis sacra
Movimientos Flexión, extensión, flexión lateral, extensión lateral, rotación
Arterias y venas Arterias segmentarias y plexo venoso vertebral (interno, externo)
Nervios Ramas meníngeas de los nervios espinales
Contenidos
  1. Vértebras
    1. Vértebras típicas
    2. Vértebras cervicales
    3. Vértebras torácicas
    4. Vértebras lumbares
    5. Sacro
    6. Cóccix
  2. Articulaciones y ligamentos
    1. Articulaciones de los cuerpos vertebrales
    2. Articulaciones de los arcos vertebrales
    3. Articulaciones craneovertebrales
    4. Articulaciones costovertebrales
    5. Articulaciones sacroilíacas
  3. Curvatura y movimientos de la columna
  4. Vascularización e inervación
  5. Bibliografía
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Vértebras

La columna vertebral o raquis se define como la estructura ósea que va desde la parte más baja del hueso occipital en el cráneo hasta el vértice del cóccix. Dentro de la columna vertebral se ubica el denominado conducto o canal vertebral, dentro del cual encontramos un tejido nervioso de forma cilíndrica: la médula espinal.

¿Cuántas vértebras tenemos? La espina dorsal consta de 33 vértebras en total que se dividen de la siguiente manera:

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Vértebras típicas

No existen dos vértebras idénticas. Las vértebras varían en tamaño y características, especialmente de una región a otra. Sin embargo, todas ellas tienen la siguiente estructura básica:

  • Cuerpo vertebral - es la parte voluminosa y de forma cilíndrica localizada de manera anterior y que da fuerza a la columna. Se encarga de soportar el peso. Su tamaño aumenta a medida que se desciende por la columna vertebral. Los cuerpos vertebrales adyacentes están separados unos de otros a través de los discos intervertebrales.
  • Arco vertebral - es la estructura que se localiza posteriormente al cuerpo vertebral. Consiste en dos pedículos y dos láminas. Los pedículos contienen las incisuras o escotaduras vertebrales (superior, inferior) que forman el foramen (agujero) intervertebral. Estos forámenes facilitan el paso de los nervios provenientes de la médula espinal. Los pedículos, lámina y cuerpo de cada vértebra forman el foramen vertebral. El conducto vertebral es el espacio extendido a lo largo de la columna que se forma por la superposición de los forámenes vertebrales.
  • Procesos vertebrales - hay siete en total partiendo del arco vertebral: un proceso espinoso (posteroinferior), dos procesos transversos (posterolaterales) y cuatro procesos articulares. Estos últimos contienen las facetas o carillas articulares. Los procesos vertebrales sirven además como puntos de unión para ligamentos y músculos de la espalda. También participan en la formación de articulaciones.

Vértebras cervicales

Las siete vértebras cervicales forman la columna cervical en el cuello. Se localizan entre el cráneo y las vértebras torácicas y tienen los discos intervertebrales más pequeños y delgados de la columna. No obstante, son las que tienen mayor capacidad de movimiento de toda la columna vertebral. Además, las vértebras cervicales tienen características distintivas como son el foramen transverso, dos tubérculos (anterior, posterior) y un proceso espinoso bifurcado (bífido). Esta imagen ilustra la anatomía de la columna cervical.

Tres vértebras cervicales son atípicas. El atlas (C1) que consta de dos arcos (anterior, posterior) y contiene dos masas laterales. Las masas se articulan con los cóndilos occipitales del cráneo, sosteniendo su peso. El axis (C2) contiene una prolongación vertical en forma de diente (“diente” o proceso odontoides) y dos facetas articulares superiores.

Estas facilitan la articulación con el atlas y ayudan a la rotación de la cabeza. La prominente (C7) tiene el proceso espinoso más largo. Es el hueso que más sobresale en la parte de atrás de tu cuello. El resto de las vértebras cervicales (C3-C6) son vértebras típicas.

Vértebras torácicas

Las doce vértebras torácicas forman la segunda región de la columna vertebral, la columna torácica (espalda alta). Cumplen un rol importante en formar la cavidad torácica. Las vértebras torácicas tienen varias características distintivas: facetas costales que se articulan con las costillas, cuerpos vertebrales en forma de corazón, forámenes vertebrales más pequeños y procesos espinosos y transversos largos y fuertes que apuntan en sentido inferior.

Las primeras cuatro (T1-T4) y las últimas cuatro (T9-T12) vértebras torácicas comparten algunas características con las de la columna cervical y lumbar, respectivamente. Las cuatro que quedan en medio (T5-T8) son vértebras torácicas típicas. Los cuerpos vertebrales contienen discos más gruesos comparados con los de la columna cervical.

Vértebras lumbares

Las cinco vértebras lumbares forman la columna lumbar (espalda baja). Tienen los cuerpos vertebrales más grandes de toda la columna vertebral, lo cual facilita la carga de peso. Los pedículos y las láminas son gruesos y fuertes. Sus procesos espinosos son cortos y resistentes para permitir la unión de los músculos lumbares.

La columna lumbar también contiene los procesos mamilares y accesorios. L5 es la vértebra más grande del cuerpo humano - sostiene y transmite el peso corporal hacia la base del sacro. La médula espinal termina en el cono medular (conus medullaris) a nivel de L1/L2.

Sacro

El sacro consiste en cinco vértebras sacras fusionadas. Se localiza entre la columna lumbar (ángulo lumbosacro) y el cóccix, y forma parte de la pelvis. Su función principal es la de transmitir todo el peso de la parte superior del cuerpo a la pelvis hasta llegar a los miembros inferiores.

El sacro tiene una base, un vértice o ápice y tres caras (pélvica, posterior, lateral). En su centro se localiza el canal sacro, continuación del conducto vertebral. El canal sacro contiene la cauda equina de la médula espinal. Los forámenes sacros (anterior, posterior) permiten la salida de los nervios espinales. Las crestas sacras (media, intermedia, lateral) representan los procesos fusionados de las vértebras sacras.

Cóccix

Piensa en la última vez que te caíste sobre tu glúteo mayor. Esas situaciones son de las pocas en las que uno piensa en el cóccix, simplemente porque es increíblemente doloroso.

El hueso del cóccix se articula con el sacro y consiste en tres a cuatro vértebras coccígeas fusionadas. Tiene dos caras (pélvica, posterior), procesos transversos cortos y astas coccígeas. El cóccix es un punto de unión para los glúteos mayores y músculos coccígeos. El filum terminal de la médula espinal termina al nivel de la primera vértebra coccígea (Co1).

Articulaciones y ligamentos

Articulaciones de los cuerpos vertebrales

Después de aprender sobre las vértebras de manera individual, es momento de explorar cómo la columna vertebral se mantiene unida como una sola estructura.

Los cuerpos vertebrales adyacentes están unidos por sínfisis denominadas articulaciones intervertebrales. Las únicas excepciones se presentan a nivel de C1-C2 y más adelante a partir de S2, en donde las no existen sínfisis. Los discos intervertebrales están compuestos por un anillo fibroso externo (annulus fibrosus) que rodea un núcleo pulposo (nucleus pulposus). Su función es la de absorber los impactos, prevenir la fricción y permitir un cierto grado de flexibilidad entre las vértebras. La columna lumbar es la más susceptible a desarrollar hernias discales debido a su localización y a su rol significativo en la carga de peso. Los cuerpos de las vértebras cervicales también se interconectan mediante las articulaciones uncovertebrales (“hendiduras de Luschka”).

Los cuerpos vertebrales y los discos intervertebrales están reforzados por dos ligamentos longitudinales fibrosos. El ligamento longitudinal anterior se extiende a lo largo del aspecto exterior anterolateral de los cuerpos vertebrales, desde la base del cráneo hasta el sacro. Su función es la de limitar la extensión y prevenir la hiperflexión de la columna. El ligamento longitudinal posterior recorre el interior del conducto vertebral junto a la cara posterior de los cuerpos vertebrales, desde C2 hasta el sacro. Su función principal es la de prevenir hernias posteriores en los discos intervertebrales.

Articulaciones de los arcos vertebrales

Los arcos vertebrales adyacentes están conectados mediante articulaciones sinoviales llamadas articulaciones facetarias (cigapofisarias). Se forman entre las facetas articulares superior e inferior. Estas articulaciones facilitan la flexión y la extensión de la columna cervical y torácica. También permiten los movimientos rotacionales en la columna torácica.

Los arcos vertebrales están reforzados por varios ligamentos accesorios:

  • Ligamentos amarillos (ligamenta flava) - conectan las láminas adyacentes. Previenen la separación de las láminas al momento de la flexión repentina de la columna vertebral.
  • Ligamentos interespinosos - unen los procesos espinosos de vértebras contiguas.
  • Ligamento nucal - se extiende desde el cráneo (protuberancia occipital externa) hasta los procesos espinosos de C7, donde se une con el ligamento supraespinoso
  • Ligamento supraespinoso - es una banda larga que conecta los extremos de los procesos espinosos.

Articulaciones craneovertebrales

Existen dos articulaciones craneovertebrales (sinoviales) formadas entre el cráneo y las vértebras atípicas de la columna cervical: atlanto-occipital y atlanto-axial. Las articulaciones atlanto-occipitales están formadas por las masas laterales del atlas (C1) y los cóndilos occipitales del cráneo. Permiten la flexión, extensión e inclinación lateral de la cabeza. Gracias a ellos, es posible asentir con la cabeza. Las articulaciones atlanto-axiales o atlantoaxoideas (dos laterales y una mediana) se encuentran entre las vértebras C1 y C2. Estas facilitan el movimiento de pivote de la cabeza durante el gesto de desaprobación.

Muchas membranas y ligamentos también conectan el atlas, axis y cráneo. La membrana atlanto-occipital (anterior, posterior) pasa a través de los bordes del foramen magno y del atlas, limitando los movimientos de las articulaciones atlanto-occipitales. Los ligamentos alares y la membrana tectoria conectan el axis al hueso occipital y al piso de la cavidad craneal, respectivamente. Previenen la rotación excesiva de las articulaciones atlanto-axiales. El cráneo, atlas y axis están interconectados por el ligamento cruciforme del atlas.

Articulaciones costovertebrales

Las articulaciones costovertebrales (sinoviales) forman la conexión entre las vértebras torácicas y las costillas. La articulación de la cabeza de la costilla se encarga de unir la cabeza de las costillas con las facetas costales de dos cuerpos vertebrales adyacentes (T2-T9), uno superior y otro inferior. Las articulaciones de la cabeza de la costilla se unen con la faceta costal de una sola vértebra en los niveles de T1, T10 y T11. Permiten que las costillas roten, asciendan y desciendan durante los movimientos propios de la respiración. El segundo tipo de articulación (articulación costotransversa) se forma entre el tubérculo de la costilla y los procesos transversos de las vértebras correspondientes (T1-T10).

Estas dos articulaciones están reforzadas por tres ligamentos costotransversos (medial, lateral, superior). Estos ligamentos van desde los procesos transversos hasta el cuello y las tuberosidades de las costillas, respectivamente. Además, los ligamentos intraarticulares y radiados de la cabeza de las costillas también sostienen a estas articulaciones. Estos se extienden hacia los lados de los cuerpos vertebrales y a los discos intervertebrales.
 

Articulaciones sacroilíacas

Por último pero no menos importante, el sacro de la columna vertebral y los coxales (huesos de la pelvis) participan en la formación de las articulaciones sacroilíacas. Estas se forman entre las caras auriculares y las tuberosidades correspondientes de estos dos huesos. Los huesos de la articulación sacroilíaca permiten muy poca movilidad, estando involucrados en la transmisión del peso corporal desde la parte superior hasta la parte inferior del cuerpo.

La estabilidad de las articulaciones sacroilíacas se mantiene gracias a los ligamentos sacroiliacos (anterior, interóseo, posterior), sacrotuberosos y sacroespinosos. Estos dos últimos también conectan al cóccix además del coxal y el sacro.

Curvatura y movimientos de la columna

Aunque pareciera que a los contorsionistas les falta la columna vertebral, el resto de las personas definitivamente percibimos las capacidades y limitaciones de nuestra columna. La columna vertebral es capaz de realizar los siguientes movimientos: flexión (doblarse hacia adelante), extensión (doblarse hacia atrás), flexión lateral (derecha/izquierda), extensión lateral (regresar a la normalidad después de la flexión) y rotación (girar). Todos estos movimientos están influidos por las articulaciones y ligamentos ya mencionados, así como por los músculos torácicos y de la espalda. Los movimientos en las regiones cervical y lumbar de la columna tienen mayor libertad que los de las regiones torácica y sacra.

La espalda del adulto tiene cuatro curvaturas:

  • Lordosis cervical (concavidad posterior)
  • Cifosis torácica (concavidad anterior)
  • Lordosis lumbar
  • Cifosis sacra

Las cifosis son las curvaturas primarias mientras que las lordosis son las curvaturas secundarias.

Vascularización e inervación

El flujo sanguíneo de la columna vertebral está a cargo de las arterias segmentarias. Estas arterias se denominan intercostal posterior, subcostal, lumbar, iliolumbar y sacra en las regiones torácica, lumbar y sacra de la columna. Por su parte, las arterias segmentarias de la región cervical derivan de las arterias vertebrales y cervicales ascendentes, mientras que la arteria iliolumbar es una rama del tronco posterior de la arteria ilíaca interna.

Conforme las arterias segmentarias siguen el curso de las vértebras, proveen ramas centrales a los cuerpos vertebrales y arterias posteriores del arco vertebral. Al nivel de la lámina, las ramas espinales viajan hacia los forámenes intervertebrales para ingresar al conducto vertebral y suministrar su contenido mediante los arcos (anterior, posterior) del conducto vertebral.

La sangre venosa de la columna vertebral se drena mediante las venas espinales dentro de los plexos venosos vertebrales. Los dos plexos venosos vertebrales se drenan dentro de las venas intervertebrales. A su vez, estas desembocan dentro de las venas vertebrales y segmentarias del cuello y el torso.

La columna vertebral está inervada por los ramos meníngeos de los nervios espinales. Estos se dividen en ramos ascendentes y descendentes que inervan a las vértebras, discos intervertebrales y ligamentos.

Continúa tu aprendizaje con la siguiente unidad de estudio sobre la vascularización e inervación del dorso.

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Kim Bengochea Kim Bengochea, Universidad Regis, Denver
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