Músculo orbicular del ojo

Origen e inserción

El orbicular del ojo es un músculo plano y ancho que forma una elipse alrededor de la circunferencia de la órbita. Está compuesto por las porciones orbitaria, palpebral y palpebral profunda, cada una de las cuales tiene sus propias inserciones específicas:

• Porción orbitaria: está superpuesta al borde de la cavidad orbitaria y se origina a partir de la porción nasal del hueso frontal, el proceso frontal del maxilar y el ligamento palpebral medial. Sus fibras rodean completamente la órbita, extendiéndose hacia dentro de los tejidos blandos de las regiones adyacentes. La porción orbitaria no tiene inserciones óseas, sino que se inserta en numerosas estructuras de tejido blando de la región periorbitaria. Las fibras superiores se fusionan con los músculos occipitofrontal (que pertenece al grupo epicraneal de los músculos del cráneo), corrugador superciliar y depresor superciliar, finalmente insertándose en la piel y tejido subcutáneo de las cejas. Las fibras inferiores y mediales se unen con el músculo elevador del labio superior, el músculo elevador del labio superior y del ala de la nariz y el músculo cigomático menor. Las fibras más periféricas pueden extenderse aún más lejos, insertándose débilmente en la porción temporal de la galea aponeurótica.
• Porción palpebral: tiene su origen en la cara superficial del ligamento palpebral medial. Estas fibras musculares conforman los párpados a medida que transcurren hacia la comisura lateral del ojo. Aquí, las fibras superiores e inferiores se unen y se insertan en el ligamento palpebral lateral. Las fibras más periféricas de esta porción, que viajan a lo largo de los márgenes de cada párpado, forman el fascículo ciliar.
• Porción palpebral profunda: también conocida como la porción lagrimal, surge de la cara lateral y cresta lagrimal (porción superior) del hueso lagrimal. Las fibras discurren lateralmente, pasando posteriormente al saco lagrimal. Algunas de estas se insertan en los tarsos superior e inferior de los párpados, mientras que otras continúan pasando los tarsos para insertarse en el ligamento palpebral lateral.

Relaciones

El orbicular del ojo está localizado en la región orbitaria de la cara. Se encuentra rodeando la órbita y se extiende hacia regiones cercanas de la cabeza, tales como los párpados, las cejas y las regiones temporal e infraorbitaria. Este músculo cubre al corrugador superciliar y se fusiona inferiormente con el músculo malar, el cual se destaca por ser altamente variable cuando está presente. Las fibras del elevador del párpado perforan al orbicular del ojo durante su trayecto hacia la piel del párpado superior.

La porción orbitaria del orbicular del ojo también está perforada por dos grandes estructuras neurovasculares: la vena supraorbitaria y el nervio cigomaticofacial. Este músculo se sitúa superficial a los ramos palpebrales del nervio infraorbitario, que también atraviesa el músculo.

Neurovascularización

Funciones

El músculo orbicular del ojo se considera como el esfínter de los párpados. Está involucrado en la expresión facial, así como en la protección y reflejos oculares. La contracción de la porción orbitaria tira de la piel de la frente y las mejillas hacia la nariz. Esta función protectora puede cerrar los párpados, ya sea parcial o totalmente, limitando la exposición a factores potencialmente dañinos tales como la luz muy brillante o el polvo en el aire.

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La contracción de la porción palpebral resulta en un control más fino de los párpados. Estas fibras musculares tiran inferiormente de los párpados superiores al mismo tiempo que elevan los párpados inferiores. De este modo, la contracción aislada y voluntaria de la porción palpebral cierra suavemente los párpados, como ocurre al parpadear o al dormir. Además, la porción palpebral puede cerrar los párpados involuntariamente como un mecanismo de reflejo. Esta acción protectora distribuye las lágrimas producidas por la glándula lagrimal a través de toda la superficie del globo ocular, con el fin de mantenerlo humectado y libre de partículas potencialmente irritantes. El control fino de los párpados realizado por la porción palpebral también facilita la comunicación no-verbal y la expresión facial.

Por último, la contracción de la porción palpebral profunda tira medialmente de los párpados y las papilas lagrimales, además de que dilata el saco lagrimal. Estas acciones trabajan en conjunto para facilitar el drenaje de las lágrimas a través de la córnea. Esta porción también está implicada en la compresión de la glándula y conductos lagrimales, incrementando todavía más el flujo de lágrimas. Desafortunadamente, la contracción del músculo orbicular del ojo puede tener algunos efectos adversos. Por ejemplo, forma pliegues de piel en el ángulo lateral de los párpados (“patas de gallo”), conocidos más comúnmente como arrugas.

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